7 baños termales en EE. UU. para recargar pilas

Bañarse en unas termas naturales y disfrutar de los beneficios de sus minerales y del bonito entorno en el que suelen encontrarse es un regalo. En Estados Unidos, con esa topografía suya tan característica, hay muchísimas piscinas geotérmicas. Así pues, es hora de planificar una escapada de bienestar y visitar uno de los siete baños termales más renovadores y remotos del país.

Ven por las aguas termales y quédate por las vistas. Solo con esa frase, su reclamo, ya dan ganas de ir al parque estatal de Hot Springs. A unas 3 horas en coche del parque nacional de Yellowstone, el parque estatal de Hot Springs tiene muchos de los atractivos del primero, pero con el añadido de contar con sus propios manantiales burbujeantes. En Thermopolis, un nombre más que acertado, se encuentra el Big Spring, una pequeña laguna de aguas turquesas y vaporosas que contiene al menos 27 minerales diferentes. Es el atractivo principal del parque. Más allá se encuentran las Rainbow Terraces, toda una maravilla natural. Es una formación rocosa ondulada por la que caen litros y litros de agua en cascada cada día. Sumérgete en el agua sin perder de vista el horizonte, ya que a menudo se ven manadas de bisontes salvajes pastando en la distancia. Si te alojas en el Best Western Plus Plaza Hotel podrás sumergirte también en la bañera de hidromasaje que ofrece.

Aunque el lugar es difícil de pronunciar (y de encontrar), las aguas termales de Umpqua merecen todos los esfuerzos. A medio camino entre Surprise Falls y Misty Grotto Falls, encontrarás aguas termales entre acantilados rocosos y rodeadas de pinos. A los manantiales se llega recorriendo a pie un bonito sendero que esconde una recompensa final: un baño relajante y vistas maravillosas al bosque de Umpqua. No hace falta llevar ropa específica para darse un chapuzón. Te pongas lo que te pongas (o lo que no), la experiencia será de lo más relajante. Después de un baño sin prisas, conduce hasta el cerúleo lago Odell. Allí te espera una cabaña en el Shelter Cove Resort & Marina para pasar la noche.

Las aguas termales de Fifth Water llaman mucho la atención por su color azul luminoso. Al final de la Diamond Fork Hot Springs Trail y a más o menos 1 hora en coche de Salt Lake City, tendrás que caminar para llegar hasta el agua. Y cuando llegues, te recibirán cascadas que se funden en varias piscinas de roca. Elige una y sumérgete en sus aguas azules y en un entorno etéreo. Sigue pensando que estás en un mundo nuevo en el Daniels Summit Lodge, en Strawberry Valley.

Admira dos de los grandes fenómenos naturales de la Tierra en las aguas termales de Chena, en Alaska. Entre septiembre y marzo, el verde brillante y magnético de la aurora boreal inunda el cielo. El lugar también es famoso por sus muchas piscinas de aguas termales, donde se refleja el resplandor de la aurora boreal cuando decide aparecer. Disfruta de la calidez de las aguas entre la naturaleza helada y alójate en el resort o en Fairbanks, en el Brennan’s B&B.

Las aguas termales de Dunton, situadas en la zona donde hace años hubo un pueblo fantasma a orillas de la West Fork del río Dolores, son hoy parte de un resort de lujo. Es un sitio lleno de vida. A finales del siglo XIX, se creyó que en Dunton habría minas de oro y plata, ya que la existencia de aguas termales ricas en minerales suele ser un indicio de que hay más minerales bajo tierra. Su ubicación, bastante remota, hizo desaparecer pocos años después la ciudad y las casas de madera que se construyeron. Los manantiales fueron abandonados, pero alguien compró de nuevo las tierras y convirtió el lugar en un resort. En la actualidad, las aguas termales son un gran reclamo. La Bath House es el lugar perfecto donde empaparse de la historia del lugar. Luego, ve al bar donde el infame forajido Butch Cassidy quiso refugiarse hace ya bastantes años. Regálate una noche de lujo en el Madeline Hotel and Residences, a solo 1 hora en coche en dirección norte.

Las aguas termales de Travertine, posiblemente unas de las piscinas geotérmicas más conocidas de EE. UU., son también unas de las más bonitas del país. Aquí, el agua vaporosa discurre entre las paredes de travertino hasta llegar a pequeñas piscinas de roca con vistas al paisaje terroso de Eastern Sierra. Durante tus caminatas, párate y disfruta de un pequeño descanso junto al agua. Seguro que te lo mereces después de conquistar uno de los muchos picos cercanos. Pasa la noche en el Virginia Creek Settlement.

Las aguas termales de San Antonio se encuentran en el corazón del bosque nacional de Santa Fe, aferradas a las empinadas laderas rocosas de las montañas. Estos manantiales están más lejos que otros y para llegar hay que caminar unos 8 km, pero no te arrepentirás. Densos pinos envuelven el agua, desde donde se ve el bosque que queda más abajo. Y la magia se hace aún más presente cuando las volutas de vapor del agua se arremolinan en lo alto. Es muy probable que aquí solo estéis tú y la naturaleza, así que disfruta del silencio antes de volver a pasar la noche en una idílica casa de vacaciones de La Cueva Eco Lodge.