Las mejores ciudades alemanas para beber cerveza

La cerveza juega un papel muy importante en la cultura alemana, y no hay forma mejor de descubrirlo que en una de estas 5 ciudades.

El Oktoberfest ha convertido Múnich en una de las ciudades más cerveceras del país. Durante el festival, que dura entre 16 y 18 días, se sirven más de 7 millones de litros de cerveza de producción local a viajeros de todo el mundo. Pero la relación de Múnich con la cerveza no termina con el cierre del festival, ni mucho menos. En la ciudad encontrarás incontables cervecerías y “biergarten”, como el famoso Hofbräuhaus am Platzl o el Chinesischer Turm, en el Jardín Inglés.

Hotel Isarblu está a solo 400 metros de Theresienwiese, el recinto al aire libre donde se celebra el Oktoberfest. Los clientes podrán disfrutar del bar y de la terraza de la azotea con unas vistas espectaculares al festival.

La Berliner Weisse, que surgió en el siglo XVI, es una cerveza ácida y un poco turbia. En sus inicios, había más de 50 productores en la ciudad de Berlín, pero hoy solo queda uno: Berliner Kindl Weisse. Lo que diferencia a las Berliner Weisse del resto de cervezas es que se le suele dar sabor con algún tipo de sirope y se puede mezclar también con otras cervezas para equilibrar su acidez. Aunque el número de fabricantes de esta cerveza clásica ha disminuido, han surgido muchas cervecerías artesanales que están dando un toque nuevo a los grandes clásicos.

Hotel Oderberger está a 2 minutos andando del Prater Biergarten Berlin. Tiene un bonito jardín de temporada donde podrás probar cervezas de producción local.

Altbier, “cerveza vieja” en alemán, es un tipo de birra que solo se produce en los alrededores de Düsseldorf. El nombre viene del proceso de elaboración, que incluye un método de alta fermentación mucho más antiguo. Estas cervezas se fermentan con levaduras de superficie, lo que les da un toque afrutado. La mejor forma de probar la Altbier de la ciudad es recorrer las 8 cervecerías en las que se fabrica, muchas de las cuales están cerca del Altstadt (centro histórico). Si estás en Düsseldorf durante las vacaciones, aprovecha para probar la variante de Altbier que prepara cada fabricante: la “Sticke”, solo disponible en temporada.

Con una ubicación ideal entre el paseo del Rin y el centro histórico, Derag Livinghotel De Medici se encuentra a solo unos pasos de las mejores cervecerías de Altbier de la ciudad.

La Kölsch es otro tipo de cerveza antigua, pero esta solo la encontrarás en la ciudad de Colonia. De alta fermentación (similar a la Pilsner), la Kölsch se lleva produciendo desde 1906 y es una de las pocas cervezas con denominación de origen, lo que explica que solo se pueda producir aquí. Así que ya sabes: pasa por una de las 13 Brauhäuser que la producen en Colonia y sus alrededores, y prueba una de la mano de un Köbes, nombre con el que se conoce a los camareros que sirven la Kölsch.

The Excelsior Hotel Ernst am Dom está a solo unos pasos de la Kölner Dom y de muchas de las mejores cervecerías de la ciudad.

La relación de Núremberg con la cerveza viene de lejos: de 1303, concretamente, año en el que la ciudad aprobó una Reinheitsgebot (ley de pureza de la cerveza) que establecía que esta bebida solo se podía elaborar con malta de cebada. Al aprobarse esta ley, la ciudad creció y la industria cervecera proliferó. Podrás visitar las bodegas excavadas en la roca que se han utilizado durante siglos para almacenar cerveza y que sorprendentemente también sirvieron como refugio durante la Segunda Guerra Mundial.

Dürer-Hotel se encuentra a solo 2 minutos a pie del Historische Felsengänge Nürnberg, donde empiezan las visitas guiadas a las famosas bodegas subterráneas.