Las playas más surrealistas de California

Arena púrpura, leyendas de piratas misteriosos y superestrellas de Hollywood. Eso y más es lo que encontrarás en las playas más raras, extravagantes e injustamente subestimadas de California.

Si te gusta Willy Wonka, te gustará saber que esta playa es conocida por su “arena de chocolate”. Y aunque no se pueda comer, la verdad es que Rockaway Beach no defrauda. El color marrón de la arena se debe a la erosión de caliza que, mezclada con jade volcánico, da a la costa de Pacífica este toque cautivador. Y si esta arena te da ganas de dulce del de verdad, prueba el pastel de mousse de chocolate del Oceano Hotel and Spa.

Como mejor se disfruta de las dunas elevadas de Pismo Beach y de esta impresionante costa es en quad o a caballo. Si visitas la zona en autocaravana, podrás aparcar en la misma arena y zona de camping, pero si quieres disfrutar de unas buenas vistas al mar y aparcar sin tener que preocuparte de cuándo subirá la marea, echa un vistazo al Shore Cliff Hotel.

El punto fuerte de Victoria Beach es, sin lugar a dudas, la Torre de los Piratas. Con una escalera de caracol de 18 metros, esta torre medieval se construyó en 1926 para permitir el acceso a la playa desde la casa del acantilado. Uno de los dueños posteriores solía disfrazarse de pirata (de ahí su nombre) y escondía monedas y caramelos entre las rocas para los niños. La torre también ha pasado por manos de famosos, como la actriz Bette Midler. Si quieres disfrutar de Victoria Beach con todo el glamour, pasa la noche en el pintoresco Ranch at Laguna Beach.

Aunque a primera vista Pfeiffer Beach parece el escenario de un desastre ecológico, enseguida te das cuenta de que es una de las playas más bonitas que puedas ver. El toque púrpura y metálico de la arena de Pfeiffer se debe a la erosión de las colinas de los alrededores, que llevan depósitos de manganeso a la playa. Como casi todos los lugares de interés de Big Sur (excepto la Highway 1), Pfeiffer Beach es difícil de encontrar, y por eso es recomendable alojarse cerca y aprovechar los consejos que puedan darte en el Glen Oaks Big Sur.

Glass Beach, también conocida como playa de cristal, fue en su día uno de los vertederos más populares de California. Décadas después de que se prohibiera tirar residuos en la zona, el mar ha erosionado los cristales que ya había y ha creado un tramo de playa resplandeciente que parece un nido de dragones. No es la única playa de cristal del mundo, pero sí la más conocida y la más pintoresca. Disfruta al máximo del paisaje en Beach House Inn, con vistas panorámicas a la costa.

Bowling Ball Beach es una parte de Schooner Gulch Beach, en Mendocino, y sus enormes cantos rodados que parecen bolas de bolos son tan raros como fantásticos. Al parecer, estas esferas (perfectamente alineadas en la orilla) se formaron cuando la lutita que las cubría empezó a erosionarse y dejó a la vista la roca más dura, redondeada y comprimida que había debajo. Aunque la verdad es que nos gusta más la teoría que cuenta que los gigantes usaban la playa como su pista de bolos particular. Después de disfrutarla, puedes relajarte en el jacuzzi con vistas al mar de Wharf Master’s Inn.

Black Sand Beach, en San Francisco, es una playa nudista de arena negra con orientación sur. Bueno, oficialmente no es una playa nudista, pero muchos de los que viven en la zona creen que Black Sand invita a reconectar con la naturaleza y, por lo tanto, que la ropa debería ser opcional. La arena negra de esta playa contrasta con el Golden Gate, y aunque para llegar hay que subir y bajar unas cuantas colinas, ver el mar cuando llegas hace que el esfuerzo merezca la pena. Luego podrás recuperar fuerzas en Cavallo Point.