El pequeño pueblo de Lake Louise es tu punto de entrada a las increíbles Montañas Rocosas de Canadá. Esta aldea se encuentra junto al río Bow, en pleno Parque Nacional de Banff, y toma su nombre de uno de los muchos lagos glaciares que hay cerca. Sus relucientes aguas turquesas están rodeadas de picos nevados y laderas cubiertas de abetos que muestran la belleza de la zona como si se tratase de un anfiteatro natural.
Lake Louise es la capital canadiense del excursionismo, y es que tiene más de 1.600 km de caminos que recorren paisajes verdaderamente increíbles. Hay algunas rutas sin desnivel, más suaves, que rodean el lago Moraine, y otras con una elevación moderada que llegan hasta el tranquilo lago Agnes y su encantador salón de té. Si prefieres un desafío, atrévete con Saddleback Pass y disfruta de la recompensa: unas vistas panorámicas al Mount Temple y a Paradise Valley que te dejarán con la boca abierta.
Si te gusta la fotografía, en el Valle de los Diez picos ("Valley of the Ten Peaks" en inglés) vas a querer parar continuamente para poder captar su mayor atractivo: una serie de cumbres a 3.000 metros de altura. En invierno, todo el mundo se dirige al Lake Louise Ski Resort para practicar snowboard o esquí, y para tomar algo después del día en la montaña. Si hablamos de alojamientos, Lake Louise ofrece gran variedad de sitios en los que quedarse que van desde hoteles señoriales hasta cabañas de madera.
En Lake Louise los veranos son frescos y los inviernos nevados, así que la temporada alta para el turismo va de junio a septiembre y de diciembre a febrero. Si reservas a principios o a finales de temporada, encontrarás mejores ofertas y podrás disfrutar del paisaje con menos gente.
Si quieres un toque de grandeza, Fairmont Château es lo que buscas. Este lujoso hotel lleva desde 1890 mimando a sus huéspedes con servicios de spa, restaurantes de primera y habitaciones elegantes con vistas al lago Louise. El personal de conserjería, muy atento, hará tu estancia más especial todavía con excursiones guiadas, tours en helicóptero y paseos en trineo.
Seguro que no querrás salir de tu habitación en Moraine Lake Lodge, equipada con chimenea de leña, muebles hechos a mano y bañeras grandes. Puede que, cuando se derrita la nieve, interrumpas tu hibernación para hacer alguna de las actividades de excursionismo o piragüismo que ofrece el alojamiento de forma gratuita.
Este complejo se encuentra en el valle de Bow y es ideal para una escapada romántica en invierno. Sus chalets de montaña, con calefacción de gas, están equipados con chimeneas de piedra y no disponen de TV, lo que te dejará más tiempo para disfrutar de la pista de hielo o la sauna.
Si llegas en avión desde fuera del país, tus mejores opciones son los aeropuertos internacionales de Calgary y Edmonton. Hay vuelos directos desde algunas de las principales ciudades europeas, como Londres, París, Ámsterdam o Frankfurt. También hay vuelos directos desde la mayoría de los aeropuertos principales de Estados Unidos.
El camino hasta el destino es como la mitad del viaje, ¿no? Hay servicio de enlace con el aeropuerto en autobús y algunas (muy pocas) rutas en tren. Si prefieres alquilar un coche, la ruta desde Calgary son dos horas y desde Edmonton, cinco.
No olvides cambiar a dólares canadienses y asegúrate de que tienes el adaptador que necesitas, en caso de que en tu país natal se use otro tipo de enchufe u otro voltaje. En Canadá encontrarás enchufes de tipo A y B: dos clavijas planas y paralelas, con o sin toma de tierra. El voltaje estándar es de 110.