Ir al contenido principal

Los 7 parques nacionales más alucinantes de Japón


Tipo de viaje
Activo
Parques nacionales
Montañas
Islas
Lagos
Familias
Historia
Deportes y aventura
Atracciones turísticas
Aire libre y naturaleza
Bienestar

Descubre, más allá de los grandes paisajes urbanos de ciudades como Tokio, la salvaje y extraordinaria belleza de los parques nacionales de Japón. Estos paisajes protegidos regalan una increíble diversidad natural: pétalos de flores de cerezo en tonos rosas que revolotean por el aire en primavera, valles cubiertos de bosques de arces de color carmesí y dorado que brillan en el cielo de otoño...

En verano, puedes acampar en bosques de hayedos japoneses, caminar por antiguas calderas volcánicas y nadar entre delfines. En invierno, descubre cascadas congeladas, algún onsen con vistas a la montaña y raras grullas de corona roja que vuelan con elegancia a través de los copos de nieve.

Parque nacional de Akan Mashu, Hokkaidō

Parque nacional de Akan Mashu, Hokkaidō

Muy poco poblada, Hokkaidō es un paraíso natural. La isla ofrece seis parques nacionales y paisajes salvajes infinitamente espectaculares. Entre junio y agosto se pueden recorrer a pie las calderas volcánicas, que ofrecen vistas panorámicas a lagos cubiertos de bruma, bordeados por bosques y marimo, unas bolas de musgo algo místicas que aparecen a orillas del lago Akan de Hokkaidō. Se trata de algas casi extintas que solo pueden encontrarse en muy pocos lugares del planeta. Este parque también es el hogar de la comunidad ainu (el pueblo originario de Hokkaidō) más grande de Japón. Esta comunidad aparece en la popular serie de manga Golden Kamuy. Si eres fan, no te pierdas el lago Mashū (“el lago de los dioses”, en ainu) en verano. Entre diciembre y febrero, el parque es ideal para ir a algún onsen y practicar espléndidos deportes de nieve (los frentes fríos que llegan de Siberia traen a la isla nieve polvo considerada de las mejores del mundo). Las grullas de Manchuria, también conocidas como grullas japonesas, son un tesoro nacional y suelen verse en esta región en invierno. Abre bien los ojos para avistar alguna. Alójate a orillas del lago Akan en el Akan Yuku no Sato Tsuruga.

Parque nacional de Towada-Hachimantai, Aomori/Iwate/Akita

Parque nacional de Towada-Hachimantai, Aomori/Iwate/Akita

El montañoso parque nacional de Towada-Hachimantai se encuentra en el norte de Japón, entre las prefecturas de Aomori, Iwate y Akita. Las maravillas naturales de la zona incluyen el lago Towada, las montañas Hakkōda y el río Oirase (el río tiene un paseo por el que puedes caminar). El parque luce especialmente bonito en otoño (sobre todo en octubre), cuando el bosque virgen brilla en tonos dorados y las hojas caen de los árboles. Pero los paisajes son igual de majestuosos en invierno, cuando las cascadas se congelan, los árboles se cubren de nieve y un resplandor etéreo ilumina el parque. Aquí se puede esquiar y hacer snowboard, senderismo, ciclismo y piragüismo. Y en algún onsen puedes darte un baño en aguas termales. Disfruta de platos regionales para entrar en calor, como el kiritanpo, una preparación de arroz molido que se envuelve alrededor de un palo de madera para asarse, y el inaniwa udon, un sabroso plato de fideos udon más finos de lo habitual. Alójate en el Historical Ryokan SENYUKAN, a solo media hora en coche del parque.

Parque nacional de Nikkō, Tochigi/Gunma/Fukushima

Parque nacional de Nikkō, Tochigi/Gunma/Fukushima

Hay que visitar el parque nacional de Nikkō sí o sí para admirar su surrealista belleza natural. Pero son los increíbles e históricos santuarios sintoístas, los templos budistas y las pagodas que se asoman entre los árboles los que realmente le dan un toque único al paisaje. Entre las visitas imprescindibles dentro del parque se encuentran la cubierta dorada con tallas ornamentales del santuario de Nikkō Tōshō-gū, el templo de Rinnō-ji, cuyos muros rojizos combinan con el bosque color carmesí en otoño, y el puente de Shinkyō, que originalmente solo podía usar el emperador. Este parque también está distribuido entre tres prefecturas y se encuentra a aproximadamente dos horas en tren o tres horas en coche de Tokio. Las actividades disponibles también varían mucho en función de la estación. Durante los meses estivales, se puede practicar senderismo o barranquismo en los arroyos cristalinos y acampar en medio de las azaleas y las azucenas. Incluso puedes participar en una meditación en una cascada sagrada, como la cascada de Kegon, que es muy popular. En invierno, te espera una gran variedad de deportes de nieve: caminatas con raquetas de nieve, escalada en paredes de hielo... Y también puedes darte un baño relajante en un onsen y dar un paseo por los alrededores, muy fotogénicos y cubiertos de nieve. Disfruta de baños al aire libre en aguas de manantiales naturales con vistas a la montaña durante tu estancia en el Asaya.

Parque de Showa Kinen, Tokio

Parque de Showa Kinen, Tokio

El parque de Showa Kinen es un oasis en medio de los barrios periféricos del oeste de Tokio y permite entrar en contacto con la naturaleza sublime de Japón sin salir de la capital. Está a solo 30 minutos en tren del centro de la ciudad, y puedes alquilar una bici para recorrer los senderos boscosos y los jardines ornamentales llenos de tulipanes. Otra opción es alquilar un bote y remar por los preciosos estanques y canales del parque, bordeados de gingkos (nogales japoneses). Es una delicia escaparse aquí y dejar atrás el bullicio de la metrópolis en cualquier momento del año, pero las estaciones en las que está más concurrido son la primavera y el otoño. Visita el jardín de los Cerezos en flor (sakura) en temporada y participa en el hanami bajo los árboles en flor. También puedes entrar en el jardín japonés, repleto de arces, y disfrutar de una cálida escena otoñal. En diciembre, el parque se ilumina con las clásicas luces de la época. En verano, puedes venir y hacer una barbacoa (está permitido hacerlo) y ver el espectáculo de fuegos artificiales del Festival de Tachikawa. Alójate en el Kikusuitei, en el oeste de Tokio.

Parque nacional de Fuji-Hakone-Izu, Kanagawa/Shizuoka/Tokio/Yamanashi

Parque nacional de Fuji-Hakone-Izu, Kanagawa/Shizuoka/Tokio/Yamanashi

Muy cerca de Tokio, el Fuji-Hakone-Izu es el parque nacional más visitado de Japón, y en él se encuentra el mítico monte Fuji. Puedes escalar las laderas del volcán sagrado en verano o deleitarte con la conmovedora belleza del pico nevado desde lo lejos en invierno. También puedes contemplarlo desde distintas perspectivas a lo largo de la región de los Cincos Lagos del Fuji. El lago de más fácil acceso, y también el más popular, es el de Kawaguchiko. Y, sin embargo, lo que hace que el parque sea tan interesante es su gran biodiversidad, desde los tranquilos y románticos campos de Sengokuhara hasta las estremecedoras cuevas de lava y las cascadas. Después de pasar el día recorriendo los bosques de hayas japoneses, date un merecido descanso en las aguas termales con propiedades curativas en el denominado “gran valle hirviente” de la región de Hakone. Alójate en la Guest house SEKINO, una encantadora casa japonesa tradicional.

Parque nacional de Setonaikai, Shikoku (mar interior de Seto)

Parque nacional de Setonaikai, Shikoku (mar interior de Seto)

Setonaikai fue el primer parque nacional de Japón y también es el más grande: abarca nada menos que 9.000 km2 de tierra y mar, y ocupa once prefecturas. Además de las atracciones culturales, como el reconocido proyecto de arte Benesse Art Site Naoshima y el festival de arte trienal de Setouchi, el parque ofrece una variedad de actividades, como senderismo, ciclismo y kayak en el mar. Pero lo mejor de todo es la variedad de paisajes: el parque comprende unas 3.000 islas, escarpadas y montañosas, que se encuentran en el mar interno de Seto. Una de estas islas es Miyajima, una pequeña isla que destaca entre las demás gracias a su preciosa torii, una puerta que parece flotar en el agua cuando sube la marea. Haz una excursión para recorrer los mágicos pueblos pesqueros de Setonaikai, como Tomonoura, donde transcurre la película Ponyo del Studio Ghibli. No dejes de visitar las playas de arena blanca flanqueadas por pinos. También puedes caminar por las terrazas de los campos de arroz y tomar un teleférico hasta la cima del monte Rokkō para disfrutar de vistas panorámicas de la bahía de Osaka. No te pierdas los remolinos de Naruto, un fenómeno que se forma a partir de las corrientes que se encuentran en el estrecho de Naruto. Los remolinos pueden llegar a tener 20 metros de ancho y son un espectáculo fascinante. Alójate en el Wakka, un alojamiento con vistas al océano y muy buenas valoraciones.

Parque nacional de Aso-Kujū, Kumamoto/Oita

Parque nacional de Aso-Kujū, Kumamoto/Oita

El parque nacional de Aso-Kujū es conocido por sus espectaculares paisajes. En él se encuentran la cordillera de Kujū y el monte Aso, uno de los volcanes activos más grandes de Japón. Además, es uno de los parques nacionales más antiguos de Japón. Cuenta con una red de senderos bien demarcada y con uno de los santuarios con más historia de Japón: el templo sagrado de Aso. Alquila un coche y recorre sus rutas pintorescas. O camina por valles verdes y contempla el interior del enorme cráter activo y ancestral del monte Aso. Después, relájate en las aguas cálidas de unas termas locales. En esta zona encontrarás alguno de los mejores onsen de Japón, en pueblos como Kurokawa, Yufuin y Beppu. Alójate en el Minshuku Asogen, un ryokan con su propio onsen, a pocos kilómetros del monte Aso.