Los 6 onsen más espectaculares de Japón

Onsen (de origen japonés) son baños termales llenos de minerales naturales que ofrecen una experiencia de baño relajante y rejuvenecedora. La cultura de los baños termales en Japón es rica y única, incluso cuentan con onsen tamago, donde un huevo es cocido lentamente en su cascarón en las aguas termales.

Y a que muchos de los baños onsen de Japón cuentan con vistas surrealistas, ¿acaso hay un mejor lugar donde puedes ver el primer amanecer del año nuevo para tener buena suerte? Desde baños donde puedes ver el amanecer sobre el Pacífico enmarcado por el Monte Fuji hasta aguas termales entre las montañas etéreas y nebulosas, siente el calor este invierno en uno de los seis onsen más espectaculares de Japón.

La ciudad de Higashi-Izu se asienta en las costas de la espectacular península de Izu, una región de nostálgica belleza que evoca a una época pasada. Desembocando en el Océano Pacífico con el Monte Fuji como telón de fondo, la costera volcánica de Izu es famosa por contar con algunos de los mejores onsen y vistas de Japón.

Prueba el Atagawa Onsen, que fue visitado en el siglo XV por el guerrero samurái y poeta Ōta Dōkan cuando estas aguas curaron sus heridas. Y degusta platillos locales, como el onsen tamago, donde un huevo es cocido lenta y delicadamente en su cascarón dentro de las aguas termales. Hospédate en Bousui, que es un ryokan tradicional japonés que cuenta con amplias vistas al mar donde el relajante sonido de las olas te arrullarán y podrás ver el amanecer desde tu onsen privado.

Respaldado por las montañas Chūgoku cubiertas de nieve y pinos, y frente al mar de Japón, el Kaike Onsen puede ser encontrado en la región de San’in. Aunque se encuentra en una ciudad (Tottori), promete pacíficas vistas al océano y una poderosa dosis del poder curativo de la naturaleza.

Kaike es un raro complejo de aguas termales de agua salada descubierto hace un siglo por un pescador quien vio burbujas elevándose desde debajo de la superficie del océano. Hoy en día, la gente viene para aprovechar los poderes restauradores del mar por sus beneficios a la salud y para ver el amanecer sobre la Bahía Mijo desde la Playa Kaike Onsen. Hospédate junto al mar en Ikoitei Kikuman.

Siendo una de las “Tres Antiguas Fuentes” de Japón, Nanki-Shirahama Onsen cuenta con 1,300 años de historia y fue visitado por emperadores y emperatrices durante el periodo Asuka. Se mantiene como uno de los centros turísticos más populares del país, con abundantes onsen públicos para saltar entre una agua termal y otra, además de tener una hermosa playa de arena blanca. La variedad de aguas termales locales incluyen el rotenburo de Saki-no-yu Onsen, que son baños al aire libre construidos entre las albercas de rocas del Canal Kii (Océano Pacífico).

Aquí, puedes sumergirte en las cálidas aguas curativas mientras observas el mar y sientes el refrescante rocío de las saladas olas que chocan contra las rocas. Reserva una suite con onsen privado en el Hotel Sanrakuso, a tan solo unos pasos de la playa.

Al pie del Monte Yufu, Yufuin Onsen ofrece una experiencia de baño en medio de paisajes llamativos y tranquilos. Es un encantado y pequeño pueblo con aguas termales esparcidas por todas partes, muchas de ellas exteriores (rotenburo) con vista a los elevados picos gemelos de las montañas. Es particularmente pintoresco en otoño e invierno cuando se forma neblina en el valle, que se eleva desde las aguas geotérmicas a través de los arrozales y más allá.

No dejes de visitar el Lago Kinrin al final de la calle principal; es hermoso pasear en cualquier época del año, pero cuando desciende la niebla invernal, la puerta torii del santuario del lago parece flotar majestuosamente sobre el agua. Regístrate en una habitación elegante y tradicional en Yufuin Onsen Hinoharu Ryokan.

Dar un paso en Ginzan Onsen se siente como viajar al pasado al periodo Taisho o directamente a una escena de la obra maestra de Hayao Miyazaki del Estudio Ghibli, “El Viaje de Chihiro”. Enclavada en las montañas de la prefectura de Yamagata, la ciudad se caracteriza por su arquitectura tradicional, particularmente memorable cuando las fuertes nevadas del invierno se aferran a los tejados.

Admira el río Ginzan atravesado por puentes históricos, bordeados por viejos ryokans de madera y casas de baños, e iluminado por las lámparas de calle de gas por la noche. Echa un vistazo a la única excepción histórica: el Shiroganeyu ryokan en el centro de la ciudad que fue reconstruido en 2001 por el célebre arquitecto moderno Kuma Kengo. Hospédate en una habitación con sus propias aguas termales en Ginzanso.

Se cuenta que son las aguas termales más antiguas de Japón (y es otra de las “Tres Antiguas Fuentes” de Japón), el Dogo Onsen está impregnado de historia, ha sido mencionado en textos antiguos que datan miles de años. Ubicado en la ciudad de Matsuyama, en la Prefectura de Ehime, el edificio de esta casa de baños que aún se mantiene de pie hoy en día fue construido en honor del Emperador Meiji en 1894.

Con el paso de los años, ha sido frecuentado por la Familia Imperial (aún hay una entrada privada para la familia real detrás de la entrada principal). También se dice que fue la inspiración para la casa de baños principal de Aburaya, en “El Viaje de Chihiro”, con sus laberínticos pasillos, escaleras y pequeñas habitaciones tatami.

Después de un relajante y revitalizante baño, prueba un “Botchan dango” (una empanada dulce hecha de harina de arroz y té) y pasea por el bellas calles llenas de altares en tu bata yukata de algodón. Continúa relajándote en Yamatoya Honten, con su suntuosa decoración e instalaciones de onsen privados.